Pekín tachó este viernes de "calumnias puramente maliciosas" las declaraciones del secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, que dijo que el Consulado General de China en Nueva York se utiliza para llevar a cabo actividades de espionaje. Las autoridades chinas también acusaron a Washington de "provocar problemas". 

Este jueves, Pompeo señaló al periódico New York Post que el Consulado General de China en la mayor ciudad estadounidense se está utilizando como un "centro importante para los esfuerzos de espionaje" del gigante asiático en EE.UU. "Están involucrados en actividades en las que cruzan la línea de la diplomacia normal para hacer cosas que serían más parecidas a lo que hacen los espías", aseveró el alto cargo.

"Las acusaciones de Pompeo sobre las misiones diplomáticas y consulares chinas en EE.UU. y su personal son calumnias puramente maliciosas", declaró el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, insistiendo en que su personal actúa en "estricta conformidad" con el derecho internacional y los acuerdos bilaterales entre las dos naciones.

"Instamos a EE.UU. a que deje de difamar de inmediato a las misiones diplomáticas y consulares y al personal chino en EE.UU., y a que deje de recopilar rumores vaporosos y de provocar problemas, a que cumpla con seriedad sus obligaciones de derecho internacional, [...] y a que permita a las instituciones y al personal chino desempeñar sus funciones con comodidad", declaró Wenbin. 

Los comentarios del secretario de Estado estadounidense a New York Post se produjeron después de que este lunes un oficial de la Policía neoyorquina, Baimadajie Angwang, fuera acusado de actuar como agente ilegal de China, así como de fraude electrónico, declaraciones falsas y obstrucción de un procedimiento oficial. Pompeo señaló que "es probable que sean arrestados más diplomáticos y agentes" chinos en el futuro.

En julio, Washington decretó el cierre del Consulado chino en Houston (Texas), al que Pompeo acusó de trabajar como una "guarida de espías" que representaba una amenaza para los secretos comerciales de EE.UU.
En respuesta a la decisión "unilateral" de Washington, la nación asiática ordenó el cierre del Consulado estadounidense en Chengdu, alegando que se trata de una contramedida "legítima y necesaria" que "se ajusta al derecho internacional"

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